Natalia (Philodendro Nangaritense)

El Philodendron Nangaritense, al que llamamos Natalia, es una planta exótica y llamativa con hojas grandes, redondeadas y de textura aterciopelada. Lo que la hace única es su característica base rojiza y su capacidad de adaptarse a distintos ambientes. Es una excelente opción para quienes buscan una planta de interior con un toque tropical y elegante, además de ser fácil de cuidar y de rápido crecimiento.

Prefiere luz indirecta brillante, pero también se adapta a semisombra.
Su sustrato debe mantenerse húmedo, pero bien drenado.
Si el ambiente es seco, rocía sus hojas con agua o colócala cerca de una fuente de humedad.
Deja que la capa superior del sustrato se seque antes de volver a regar para evitar pudrición en las raíces.
Le encanta crecer en ambientes cálidos y húmedos, por lo que es ideal para interiores protegidos de corrientes de aire frío.

Evita la exposición directa al sol para prevenir daños en sus hojas.

No tolera encharcamientos, por lo que es fundamental un drenaje adecuado.

Evita que la planta se seque completamente.

No la riegues en exceso.

Beneficios para el Hogar

Natalia no solo es una planta decorativa impresionante, sino que también mejora la calidad del aire al filtrar toxinas comunes. Su follaje exuberante aporta un toque fresco y natural a cualquier espacio.

 

Ubícala en un lugar con luz indirecta brillante y humedad moderada.

Sus hojas aterciopeladas pueden acumular polvo; límpialas suavemente con un paño húmedo para mantenerlas saludables.

Riégala con regularidad, sin encharcarla, permitiendo que el sustrato se seque ligeramente entre riegos.