Transforma tus maceteros en autorregantes
Materiales:
- Macetero (puede ser de plástico, barro o cerámica).
- Maceta interior o recipiente pequeño (que pueda encajar dentro del macetero principal).
- Tijeras o perforadora.
- Cordón de algodón o cuerda (puede ser hilo de sisal, hilo de yute o similar).
- Grava, piedras pequeñas o perlita (para mejorar el drenaje).
- Sustrato para plantas.
- Plástico o papel de aluminio (opcional) (si quieres asegurarte de que el agua no se evapore demasiado rápido).
Pasos a seguir...
- Elige un macetero adecuado:
Busca un macetero con suficiente profundidad y espacio para incluir una capa de drenaje en la parte inferior. Este macetero debe tener al menos un orificio de drenaje en la parte inferior para evitar que el agua se acumule. - Prepara el sistema de riego:
Coloca un recipiente pequeño (puede ser una maceta más pequeña) dentro del macetero grande, de modo que quede suspendido a unos centímetros del fondo. Este recipiente pequeño será el que contenga el agua, y el macetero principal tendrá el sustrato de tus plantas.
- Consejo: El recipiente pequeño debe ser lo suficientemente alto como para no tocar el fondo del macetero principal. Este espacio permitirá que el agua fluya a través del sistema por capilaridad. - Haz agujeros para el sistema de riego:
En el recipiente pequeño (el que será el reservorio de agua), haz algunos agujeros pequeños en los lados. Esto permitirá que el agua se absorba por capilaridad a través de los agujeros y se distribuya en el sustrato donde estarán las raíces de las plantas. - Coloca el sistema de riego capilar:
En el recipiente pequeño, coloca un cordón de algodón (o cualquier material similar que sea absorbente) de manera que un extremo quede dentro del agua y el otro llegue al sustrato en la maceta. Este cordón actuará como una "esponja" que absorberá el agua y la trasladará hasta el sustrato, manteniéndolo húmedo.
- Si lo prefieres, puedes usar más de un cordón, especialmente si el macetero es grande o si necesitas más absorción de agua. - Llena el macetero de grava o piedras:
Antes de añadir el sustrato, coloca una capa de grava, piedras pequeñas o perlita en la base del macetero, sobre el recipiente pequeño. Esta capa permitirá que el agua no se quede estancada en el fondo y que el cordón pueda captar el agua de manera eficiente. - Coloca el sustrato:
Luego, llena el macetero con el sustrato adecuado para tus plantas. Este sustrato debe estar bien aireado, de modo que permita la absorción y retención adecuada de agua. - Riega las plantas:
Riega las plantas de manera normal la primera vez, asegurándote de que el sustrato esté bien hidratado. El agua del reservorio empezará a subir por el cordón, manteniendo el sustrato húmedo y evitando que las raíces se sequen. - Controla el nivel de agua:
De vez en cuando, revisa el nivel de agua en el recipiente pequeño para asegurarte de que siempre haya suficiente agua disponible. Si es necesario, rellena el reservorio.
Beneficios de los maceteros autorregantes
- Reducción de riegos frecuentes: Tus plantas tendrán acceso a agua de manera constante y solo necesitarás regar ocasionalmente.
- Mejor control de la humedad: Evitarás tanto el exceso como la falta de agua, lo que es clave para el bienestar de las plantas.
- Fácil mantenimiento: Es una forma práctica de cuidar plantas cuando no tienes mucho tiempo para regarlas constantemente.
Consejos adicionales:
- Si vives en un clima muy caluroso, es posible que necesites rellenar el reservorio más a menudo, ya que el agua puede evaporarse rápidamente.
- Si el sustrato se seca muy rápido, puedes intentar añadir más perlita o gravilla para mejorar la retención de humedad.
¡Y listo! Así puedes transformar fácilmente tus maceteros en autorregantes y mantener tus plantas felices sin tanto esfuerzo.
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